Bien sabido es el bajo valor nutricional de la comida rápida o la comida basura. Alto contenido calórico, exceso de grasas, colesterol… Famoso es el documental Super Size Me, en que el director de cine Morgan Spurlock pasaba 30 días alimentándose solamente de productos McDonald’s. En un mes engordó 11 kilos, los cuales no pudo perder hasta al cabo de 5 meses.
Pues bien, John Cisna, un profesor de Ciencias de Iowa, ha conseguido todo lo contrario: adelgazar 16 kilos desayunando, comiendo y cenando en McDonald’s. Por si fuera poco, su nivel de colesterol ha bajado de 249 a 170.
El secreto de John es que su dieta, a pesar de estar basada en el fast food, era de 2.000 calorías al día y con unas justas proporciones de hidratos de carbono, proteínas y vitaminas. Combinaba las hamburguesas con ensaladas y, además, empezó a andar unos 45 minutos diarios.
El objetivo del profesor Cisna, como él mismo ha declarado, era demostrar que para bajar de peso no es necesario «prohibir el consumo de ciertos alimentos, sino enseñarle a las personas determinadas pautas a la hora de comer, y fomentar la práctica de ejercicio físico».
