En el último Fun & Serious Game Festival, celebrado a finales del pasado año en Bilbao, decidieron invitar como padrino del evento al director de cine Nacho Vigalondo, máximo responsable de pequeñas joyas de la gran pantalla como Los Cronocrímenes o Extraterrestre y uno de los cineastas con una visión más original del panorama nacional.
Con esta decisión, los organizadores del festival no hicieron más que dejarse llevar por una inercia que viene de lejos, la retroalimentación entre el mundo del cine y el de los videojuegos.
[pullquote]Los calidad de los videojuegos ha ido creciendo de forma inversamente proporcional a la del cine, que ha ido perdiendo originalidad[/pullquote]Son ya muchos años de relación entre ambas corrientes artísticas (porque sí, el mundo de los videojuegos es un arte con todas las de la ley), aunque hasta el momento el fruto de adaptaciones, colaboraciones y fusiones entre ellas ha dejado bastante que desear en cuanto a calidad y, en muchos casos, rentabilidad. Siendo especialmente desigual la evolución de cada una gracias a la otra.
