La última compra de Facebook ha revolucionado el mercado de las telecomunicaciones. Después de haber pagado 1.000 millones de dólares por hacerse con la popular red social Instagram, la compañía de Mark Zuckerberg ha anunciado la adquisición de Whatsapp por 19.000 millones de dólares.

Para llegar a tal cantidad de dinero, Facebook entregará 4.000 millones de dólares en efectivo, 12.000 millones en acciones y 3.000 en acciones RSU (Restricted Stock Unit). Con 450 millones de usuarios mensuales de Whatsapp, el precio pagado por Facebook significa haber desembolsado unos 40 dólares por usuario de la red.

El fundador de Facebook anunciaba en su propio perfil: «WhatsApp complementará nuestros servicios de chat y mensajería para que podamos ofrecer nuevas herramientas a nuestra comunidad». También ha declarado que la operación permitirá «un mundo más abierto y conectado«.

Por su parte, Jan Koum, fundador de Whatsapp, ha anunciado su entusiasmo ante el acuerdo: «Estamos emocionados y honrados por poder ser socios de Mark y Facebook, al tiempo que continuamos llevando nuestro producto a más gente en todo el mundo».

España en la portada del periódico The New York Times, pero esta vez no por la corrupción o la crisis económica. El diario, uno de los más leídos e influyentes del mundo, ha puesto en debate los horarios españoles, diferentes al resto de países europeos.

Los puntos más discutidos en el reportaje incluyen costumbres tan españolas como hacer la siesta, cenar a partir de las diez de la noche o ver la televisión hasta bien entrada la madrugada. Uno de los protagonistas del artículo lo justificaba como «es la identidad española, comer en otro horario, dormir en otro horario».

Así pues, el periódico sostiene que un cambio horario en España cambiaría la eficiencia del país y resalta varias razones económicas para igualar nuestros tiempos a los de los europeos.

Algunas de las reformas que propone The New York Times son: retrasar una hora las agujas del reloj para igualarlo al del Reino Unido, Portugal y Canarias, cambiar los horarios de trabajo para situarlos entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde o adelantar el prime time televisivo para que los programas empiecen y acaben antes.

Spotify y Candy Crush se han convertido en un auténtico fenómeno digital, con millones de usuarios alrededor del mundo. Tanto es así, que sus compañías están preparando su salida a bolsa.

En el caso de King Digital Entertaiment, la empresa propietaria del popular juego Candy Crush, está planeado que su salida sea el próximo mes de septiembre. La compañía ya ha registrado una solicitud para cotizar en la Bolsa de Nueva York, con la que pretende obtener unos 500 millones de dólares.

Aunque su emblema es Candy Crush, con más de 500 millones de descargas, el catálogo de King está compuesto por 180 juegos en 14 idiomas diferentes. La empresa alega el éxito de otros de sus juegos para móviles y Facebook, como el de Pet Rescue Saga, para disipar los temores tras la caída de Zynga, creadora de Farmville.

Por su parte Spotify, el servicio musical en streaming, cuenta con más de 24 millones de suscriptores activos, siendo una quinta parte de pago. El pasado noviembre se financió con 250 millones de dólares y, mediante su salida a bolsa, pretende que su valoración alcance los 8.000 millones de dólares. En principio, ésta se producirá el año que viene.

Un estudio del centro de investigaciones Pew Research ha querido comprobar cómo repercuten las nuevas tecnologías en la vida de pareja. Para ello, realizaron una encuesta a 2.252 adultos estadounidenses.

Algunos de los resultados que se obtuvieron muestran datos sorprendentes, como que un 25% de los adultos con relación estable han escrito un mensaje de texto a sus parejas estando ambos en la casa, o que un 67% de ellos han compartido con sus cónyuges una o más contraseñas de sus cuentas online.

El estudio muestra cómo la tecnología es fuente de apoyo y comunicación. Un 21% de los usuarios de internet o smartphones con una relación comprometida afirma haberse sentido más cerca de su cónyuge gracias a conversaciones en línea y el 27% tiene una cuenta de e-mail compartida.

Pero la tecnología también puede aportar tensión a la relación. Según el estudio, un 25% de las parejas con smartphone, afirmó haber sentido cómo su cónyuge se distraía con el móvil mientras estaban juntos. El 8% de los usuarios de internet con pareja ha discutido alguna vez por el tiempo que uno de los dos pasa online y el 4% se ha molestado al enterarse de algo que el otro había hecho a través de la red.

La firma Gianfranco Ferré no ha conseguido sobrevivir a su creador. Tras varios intentos por relanzar la marca desde la muerte del diseñador italiano en 2007, Paris Group (actual propietaria de la empresa) ha decidido cesar su actividad.

Gianfranco Ferré fundó la firma en 1978 junto a Franco Mattioli, un empresario que fue su socio durante 25 años. En el año 2002, el diseñador vendió la maison a Tonino Perna, pero siguió ocupándose de su dirección creativa. Cuatro años después de su muerte, el grupo dubaití Paris Group adquirió la empresa en 2011 y la remodeló por completo.

A pesar de haber invertido 100 millones de euros en esta reorganización, el grupo (también propietario de Versace, Cerruti, Richmond o Camper) no ha conseguido salvar de la quiebra a la firma.

Lars Nilsson, Tommaso Aquilano, Roberto Rimondi o el dúo formado por Stefano Citron y Federico Piaggi se han encargado de la dirección creativa de la maison desde el fallecimiento de Ferrè por un derrame cerebral. Ninguno con el éxito necesario para asegurar la continuación de la casa.