1. Deslízate en Formigal, la estación de esquí del Pirineo Aragonés
A pocos meses del comienzo del invierno, son muchas las personas que comienzan a preparar sus próximas escapadas a la montaña, más concretamente a las estaciones de esquí, por ejemplo ultimamente en el Pirineo Aragonés.
Y es que alejarse de la ciudad y de la rutina que viene con ella nunca viene mal, por lo que la idea de disfrutar de un merecido descanso puede convertirse en un divertido fin de semana en pareja, con amigos o incluso con toda la familia. En esos fríos meses de final año, las estaciones de esquí se convierten en el principal atractivo turístico gracias a las infinitas posibilidades de diversión con las que cuentan para los amantes del deporte invernal.
Una de las más visitadas es la de Formigal, situada en la provincia de Huesca, es decir, en pleno Valle del Tena y Pirineo aragonés. Esta estación forma parte del grupo Aramón, la cual combina Formigal y Panticosa, y se ha convertido con el paso de los años en la estación de referencia en el territorio español para aquellos cuya pasión son los deportes de nieve.