Sexo en la ducha: todo lo que debes saber para disfrutar mucho más

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Prueba el desafío

Pero una vez estéis los dos concentrados en el tema, comienzan las dificultades. Os ponéis uno enfrente del otro, el agua empieza a caer, el pelo se te pone por toda la cara y empiezas a hacer movimientos extraños con la boca para no tragar agua a lo ‘waterboarding’. ¿Será el fin de la sensualidad? Este sexo tan acuático puede llegar a ser estresante, según los encuestados de la revista ‘Cosmopolitan’, porque, aunque películas y escenas porno hagan que todo parezca sensual y asequible, la realidad puede ser muy distinta.

Para empezar, siempre existe el riesgo de resbalarse. Si la gente ya se cae cuando están solos, de pie, sin ninguna dificultad apreciable, imaginad con una segunda persona a tu lado, y ahora añadid en la ecuación algo de gimnasia sexual. En concreto, los hombres temen -y les estresa- caerse durante la erección. Tiene que doler, sí. Para evitar una desgracia, poned agarraderas o una alfombrilla antideslizante de pececillos o estrellitas de mar, lo que quieras; pero no te caigas. Además, en este contorsionismo erótico, raro sería que no se rompa algo o que no se inunde parte del baño.

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