Sexo en la ducha: todo lo que debes saber para disfrutar mucho más

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El jabón en los ojos, un clásico. Si os estáis duchando juntos (quizá para ahorrar agua) y os entra un impulso repentino irrefrenable, el champú será vuestro peor enemigo, un enemigo que escuece mucho. Así que deja los potingues para antes o después del sexo, a menos que sean lubricantes. Sí, por muy extraño que te suene, los lubricantes también se usan en la ducha. En este caso, se recomiendan los que se fabrican a base de silicona, que tardan más en secarse. Y, hablando de lubricantes, por lo general los condones no han sido probados en condiciones tan húmedas y resbaladizas, por lo que se recomienda otro tipo de anticonceptivos.

Este sexo en invierno también puede ser un desafío. Si el chorro de agua se parece más a un hielo derritiéndose lentamente que a una cascada en primavera, vas a pasar frío. Mucho peor todavía si se te acaba el agua caliente…

¿Cómo me pongo?

El repertorio de posturas no es que sea muy extenso; hay que echarle imaginación. Para saber cuáles son las mejores posiciones, acudimos a los expertos de la ‘Eroteca‘. Para principiantes, recomiendan que la chica se ponga de frente a la pared y que él apoye sus brazos en ella, mientras el chico la penetra por detrás. Con los cuatro pies en el suelo, nadie tiene por qué caerse. Para la otra postura sencilla hay que echar mano de un taburete: él se sienta y ella se sienta sobre él (de espaldas o de frente, como quieras).

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