Truman Capote era el más supersticioso de todos. Escribía durante cuatro horas al día, nunca los viernes, y siempre trabajaba desde la cama. En su cenicero nunca podía haber más de tres colillas y era capaz de meterlas en sus bolsillos si estaba en casa de alguien.



















![[FOTOS]: Salón Erótico de Barcelona 2018](https://i0.wp.com/www.hombremoderno.es/wp-content/files/2018/10/Salon-1.jpg?resize=218%2C150&ssl=1)











