Tener un hijo cuesta…

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Tras unos meses, a María le han hecho análisis de sangre, le han explicado las fases del proceso, las opciones que tiene y también le han anunciado que la someterán a una evaluación psicólogica para determinar si es adecuada para empezar la reproducción asistida cuando “si vienes con pareja, no te hacen ese test».

Según la Ley de Reproducción Asistida (Ley 14/2006), «toda mujer mayor de 18 años y con plena capacidad de obrar podrá ser receptora o usuaria de las técnicas reguladas en esta Ley, siempre que haya prestado su consentimiento escrito a su utilización de manera libre, consciente y expresa”. No se especifica sobre la posibilidad o prohibición de realizar una evaluación psicológica a la madre soltera. No obstante, sí se mantiene que «si la mujer estuviera casada, se precisará, además, el consentimiento de su marido».

Por su parte, a Rosa no le han hecho pruebas psicológicas. Tampoco ha notado un juicio de su entorno en torno su decisión de afrontar la maternidad en solitario. María sí y, de hecho, se ha sentido juzgada en la misma clínica privada donde la han atendido. «Me llegaron a decir que por qué no me iba por ahí de noche y me acostaba con el primero que viera, que me saldría más barato. Esa frase me hundió; sentí que era una falta de respeto, sobre todo en un momento en el que estás tan sensible».

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