La gracia es que hoy me he enterado de que la tronista del famoso programa ha dejado tirados a todos sus pretendientes por volver con su punto débil. Y, como a mí, todo el mundo le ha dicho que se estaba equivocando. Quizás sí, quizás se está equivocando pero hay que ser muy fuerte para decir que no a una debilidad. Y yo sigo fumando, soy incapaz de aguantar una dieta más de dos meses y de aprovechar la matrícula del gimnasio más de tres. La fuerza de voluntad no es lo mío.