La agenda tradicional sigue en buena forma y no tan sólo por su funcionalidad, sino porque además se mantiene como elemento de estilo.
El uso cotidiano que hacemos de la agenda y la costumbre de llevarla siempre con nosotros ha hecho que tradicionalmente se preste atención a sus diseños, que van desde lo más clásico y formal, a lo más innovador y creativo. Probablemente una agenda puede decir mucho de nuestro estilo.
Hay agendas para todos los gustos. Tapas que se forran en piel, cuero o con materiales más básicos como el cartón o el plástico. De todos los colores, estampados y tamaños. Modelos hechos con papel reciclado, otros que son recambiables y hasta versiones personalizadas. Incluso hay verdaderas agendas-icono, como las míticas Moleskine, que siguen siendo un éxito.
Recurre a tu personalidad para elegir cuál puede ir más contigo. Si el estilo está en el detalle, aquí tienes un elemento más para marcarlo: tu agenda personal.