Las cosas que NUNCA debes hacer ni decir en una cita romántica

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No entendemos qué colisión se ha producido en las neuronas de aquellos que mencionan a sus ex a una persona a la que pretenden ligarse

Si ella te pregunta, contesta. Pero si no, no es necesario que le cuentes dónde viven tus padres, a qué se dedica tu hermana o qué hace con su vida tu primo segundo. No es necesario. ¿Razón? Darás la impresión de que tienes un gran apego a tus parientes, y la asustarás.

2) Modera el contacto físico

Un tocamiento de brazo está permitido, de hecho refleja interés sexual por la otra persona. Pero cuidado con pasarte: con dos roces en esa extremidad es suficiente. Si tocas su estómago o sobre su pierna, si le acaricias la mejilla o le colocas el pelo tras la oreja, va a pensar que vas a saco. Si ella no te da señales claras de «puedes acercarte» no la presiones. Si notas proximidad, adelante, pero si no, las manos quietas, colega.

3) Hablar de tus ex

Este error es un clásico, y habla la voz de la experiencia. En esta sección hay varios redactores que han tenido primeras citas con chicos y chicas, y la mayoría habla de sus ex-parejas en el primer encuentro. No entendemos muy bien qué colisión cósmica se ha producido en las neuronas de estos seres, pero mencionar a los ex a una persona a la que no conoces de nada (y que te la quieres ligar) solo conducirá al fracaso. Ella pensará que sigues anclado en tu pasado o, peor aún, que tu vida es lo que ocurre entre una pareja y otra. Es agobiante y cero sexy.

Si te pregunta por tus ex-parejas, di la verdad pero por encima. Nada de nombres, fechas, edades ni profesiones. Si insiste, contesta «si no te importa, me gustaría que hablemos de ti, quiero conocerte», por ejemplo. Otro buen consejo es que si te mueres por contar algo que has hecho o te ha pasado con un antiguo amor, cambies su nombre por un «amigo». No es mentir, y si la cosa va para largo ya ni se acordará.

4) Preguntar el nombre

«¿Cómo te llamabas? Que se me ha ido…». Es real. A una mujer del foro le ha pasado, y tenemos testimonios cercanos que lo corroboran. Puedes pensar que es difícil que a uno se le olvide el nombre de su cita, pero eso es porque nunca has estado en una app para ligar. Hablas de media con veinte personas al día, y quedas con uno un martes, y con otro un viernes. ¿Resultado? Acabas mezclando nombres, profesiones, aficiones… es inevitable.

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