El amor en el siglo XXI: estos son los cinco pilares del éxtasis

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3 Lento, lento

El llamado slow sex es una de las prácticas más ligadas con el tantra. Como señala la sexóloga, la velocidad del mundo moderno ha terminado impregnando también a nuestras relaciones en la cama, lo que nos lleva a querer terminar cuanto antes para poder pasar a otra cosa. La respiración tiene mucho que ver con ello. Realizar hondas inspiraciones a diferentes ritmos es una de las características del sexo tántrico. Abrir los pulmones y modular nuestra respiración proporciona orgasmos más placenteros.

Todo se reduce al control que tenemos sobre nuestro propio cuerpo. Si estamos acelerados y nos lanzamos hacia nuestra pareja como otra de las tareas del hogar a llevar a cabo, apenas seremos capaces de ejercer control sobre nuestro cuerpo. El tantra dice que hay que sentir, y disfrutar, cada parte de nuestro cuerpo; sin embargo, nuestras relaciones sexuales suelen estar marcadas por llegar al orgasmo cuanto antes. Además, la activación del sistema sináptico por el estrés puede, en el caso de las mujeres, inhibir sus sensaciones placenteras.

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