Los asistentes de vuelo nos cuentan cómo tener sexo en un avión

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Los vuelos intercontinentales son los que más facilitan los encuentros. En aquellos más breves toca, sin embargo, echarle un poco de teatro

El primer paso a seguir es reservar los asientos lo más cerca posible de los baños que se sitúan en el centro del aeroplano. Con la llegada de la noche, las azafatas empezarán a realizar sus descansos y las luces del avión se harán también más tenues. Basta esperar a que la gente comience a adormecersepara realizar una pequeña escapada en pareja a los reservados. Parece simple, ¿no?

2. En el baño de un vuelo corto

Subimos varios puntos en el nivel de dificultad. Si tienes que viajar en los aviones típicos que las compañías utilizan para desplazarse por Europa, como un Airbus A320 o un Boeing 737, toca echarle mucho teatro.

Foto: iStock.
Foto: iStock.

Se recomienda iniciar una discusión fingida con la pareja. En un determinado momento, uno de los dos deberá mostrarse extremadamente enfadado, levantarse, dirigirse al baño y cerrar la puerta como si no quisiera saber nada de la otra persona. El otro deberá acudir compungido como si fuera a pedir disculpas. La persona artificialmente herida dejará entrar al otro para que la discusión continúe dentro. Es el momento para llevar a cabo el acto, aunque, eso sí, la disputa o la reconciliación deberá continuar de forma simulada con el fin de engañar a los pasajeros. Los auxiliares de vuelo aseguran que si la pelea se ejecuta en el tono justo, nadie se meterá en el espacio personal de la pareja.

3. En un vuelo corto nocturno

Este tipo de viajes son más típicos en los Estados Unidos donde es normal desplazarse de costa a costa despegando por la noche y aterrizando en el aeropuerto de destino la mañana del día siguiente. En Europa es más extraño que se den estos trayectos, aunque una causa típica para que sucedan puede ser, por ejemplo, un retraso.

Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si el avión no está muy lleno y la línea de tres asientos se halla completamente disponible, se pueden levantar los reposabrazos y crear un lecho improvisado. En cuanto el servicio de catering haya terminado y las luces se vean atenuadas puedes utilizar una manta de viaje para cubriros y simular que estáis durmiendo juntos. Todo lo que ocurra debajo deberá desarrollarse con cautela. Recuerda que la gente duerme y que el sueño de los pasajeros se vuelve siempre mucho más ligero en los aviones.

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