La bacteria que contienen se muere al calentarlo, pero a veces produce esporas que son muy tóxicas y resistentes en el alimento, lo que puede provocar diarreas y vómitos. Para evitar todo esto y poder meterlo en el microondas con total seguridad, lo mejor es dejarlo enfriar y meterlo en el frigorífico inmediatamente después.

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Patatas

Salen de la tierra y son todo un manjar, pero hay que poner mucho cuidado con el botulismo que puede aparecer en ellas si no se cocinan bien o se dejan fuera de la nevera durante varias horas.

Sus partes verdosas pueden provocar problemas gastrointestinales porque son sustancias muy tóxicas que se encuentran en la planta y el tubérculo, por lo que pueden volver a aparecer si no se hacen bien.

Sobre todo hay que tener en cuenta una cosa, y es que nunca se pueden guardar en papel de aluminio para después meterlas en el microondas, ya que no habrán respirado y se quedarán sin oxígeno, por lo que puede provocar intoxicación alimenticia.