
3. Facilitan el orgasmo
Al aumentar la exitación facilitan también el orgasmo. Además, favorecen la aparición de nuevas conductas sexuales como nuevos juegos preliminares. Así, contribuyen a aumentar la creatividad y enriquecen enormemente las relaciones sexuales
4. Impulsan la imaginación
Las fantasías nos llevan a situaciones excitables que dudosamente podríamos realizar en la vida real. Podemos imaginar que mantenemos relaciones, por ejemplo, con alguien que sabemos que jamás las tendremos.

5. Ayudan a conocernos mejor
Explorar nuestras fantasías sexuales nos ayuda a conocernos mejor y a descubrir lo que más nos gusta y excita. Enriquecen la visión que tenemos de nosotros mismos y de los demás, garantizándonos un aprendizaje muy sincero de nuestra sexualidad. Además, nos sirven para preparar futuras relaciones, ya que las creamos como ensayo.
6. Alivian el estrés y la ansiedad
Las fantasías sexuales nos relajan y nos entretienen incluso en aquellas situaciones en las que no vaya a haber erótica ni autoerótica. Simplemente como distracción, por ejemplo, en un viaje largo.



















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